Saber cómo hacer un correcto diagnóstico facial es fundamental para elegir un buen tratamiento o cosmético para nuestros clientes.

 

Para ello hay que conocer detalladamente las propiedades, alteraciones y necesidades de cada piel.

 

En estética se tiende a pensar que existen 4 tipos de pieles (grasas, mixtas, secas y sensibles), pero la realidad va mucho más allá. Cada persona cuenta con una piel única, y por este motivo requiere cuidados únicos.

 

Un diagnóstico es mucho más que un análisis, es la primera toma de contacto entre tú y tu cliente.

 

Te llevará a conocer en profundidad su estilo de vida, cuidados, alimentación, nivel de compromiso y así poder determinar el tratamiento más adecuado para él/ella.

 

Cómo hacer un correcto diagnóstico facial

 

Para ello se deben seguir 3 sencillas pautas:

 

1. Acomodar a nuestro cliente

 

Es importante que tu cliente se sienta lo más cómodo posible. Para ello le acompañaremos a una de nuestras cabinas en el que podrá expresarse con total libertad sobre qué siente, cómo se siente…

 

No olvidemos que nuestra intención es obtener la mayor información posible.

 

2. Una escucha activa

 

Una buena venta es una buena escucha.

 

Es importante no interrumpir mientras no estén dando información, contando siempre con preguntas adecuadas y muy discretas.

 

En este punto nos daremos cuenta de qué es lo que realmente le preocupa, las carencias que tiene su piel, a qué se deben y cómo podemos ayudarle a mejorar.

 

3. Prescripción personalizada

 

Este es el punto final y una de las partes que más tememos, el cierre de venta, ya sea un tratamiento en cabina y/o un producto para uso en casa.

 

Tendemos a contar con un NO de antemano. Ya sea por motivos económicos, de horarios…

 

No obstante, debemos recordar que es el/ la clienta quien ha acudido a nosotros en busca de una solución para mejorar su piel y contando con la información que hemos recogido en el punto 2 nos resultará muy sencillo realizar una prescripción totalmente personalizada.

 

Para identificar los diferentes tipos de piel, podemos observar ciertas características como son la textura, el color y reacciones que los identifican, y así saber cuál es la forma adecuada de cuidarla según su estado actual.

 

Encontramos normalmente los siguientes tipos de pieles:

 

. Piel seca

 

– Características

 

  •  Suele mostrarse con tendencia a la descamación o a las grietas, y sensación de tirantez si no se aplica ningún producto.

 

  •  Le cuesta retener las moléculas de agua de forma fisiológica y cuenta con carencia importante de lípidos.

 

  •  Su aspecto es el de una piel opaca y con textura áspera.

 

– Objetivo

 

El tratamiento debe centrarse en la regeneración, en la hidratación y el aporte de lípidos restaurando así la barrera hidrolipídica de la piel.

 

 

. Piel grasa

 

– Características

 

  • La piel grasa se debe a una hiper producción de sebo conocida como seborrea.

 

  • Podemos observar: brillos, dilatación de poros, acúmulo de suciedad en el estrato córneo (puntos negros, espinillas) y acné por obturación de los poros.

 

– Objetivo

 

El principal objetivo en el cuidado de este tipo de piel es la rutina de limpieza, para así evitar la infección y que la piel sufra daños (acné severo).

 

Requiere principios activos astringentes para su regulación SIN DEJAR DE LADO LA HIDRATACIÓN, ya que podríamos destruir la barrera hidrolipídica y generar sensibilidad y deshidratación.

 

 

. Piel mixta

 

– Características

 

  • Es una mezcla de varios tipos de piel.

 

  • Se aprecian brillos en zona T (frente y mentón), con una textura más gruesa y resbaladiza.

 

  • En la zona de las mejillas cuenta con una piel normal/seca y una textura más áspera y delgada.

 

– Objetivo

 

Dependiendo de la zona, requerirá un tratamiento u otro ya que contamos con necesidades diferentes dependiendo de la zona.

 

. Piel sensible

 

– Características

 

  • La piel sensible es aquella que es más reactiva y se altera ante cualquier cambio.

 

  • Con tendencia a alergias o irritaciones ante los estímulos tanto externos como internos.

 

  • Presenta un enrojecimiento variable acompañado de una sensación de picor, calor o malestar.

 

  • Se clasifican en: intolerantes, reactivas ante estímulos externos (frio, calor, cosméticos…) y con sensibilidad genética (cuperosis, rosácea, eczemas…)

 

 

– Objetivo

 

Su cuidado se basa en hidratar, descongestionar, reparar  para ofrecer una mayor protección y ayudar a bloquear los mecanismos responsables de las reacciones (estrés, alimentación, etc.)

 

. Piel madura

– Características

 

  • Con los años el metabolismo de las células se hace cada vez más lento.

 

  • Disminuye la cantidad y actividad de los fibroblastos, así como la síntesis de colágeno y elastina.

 

  • Como consecuencia observamos una gran falta de hidratación, flacidez, arrugas profundas e hiperpigmentación.

 

– Objetivo

 

Regeneración epidérmica, activación de la microcirculación para un mayor aporte de nutrientes, proteger y reforzar la piel frente a agentes externos.

 

Os recomendamos seguir estos pasos y dedicar 15 minutos a un buen diagnóstico facial para seleccionar el tratamiento y cosmético más conveniente para nuestros clientes.

 

 

Soluciones Estéticas Tecno XXI

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